La mujer tierna y delicada entre ustedes, que no se atrevería a poner la planta de su pie en la tierra por delicadeza y ternura, sus ojos serán malvados hacia el esposo de su seno, y hacia su hijo y hacia su hija,

Ver. 56. Lo tierno y delicado. ] Estas amenazas fueron tanquam in speculo conspicuae, cumplidas literal y puntualmente sobre los judíos en la última destrucción de Jerusalén, momento en el que la ira se apoderó de ellos al máximo. 2 Tesalonicenses 2: 6-13

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