Estas son las palabras del pacto que el Señor mandó a Moisés que hiciera con los hijos de Israel en la tierra de Moab, cuando todavía estaban acampados en las estepas al este del Jordán, junto al pacto que hizo con ellos en Horeb. Este verso se inserta para formar la transición de los discursos anteriores y para ser el título de las últimas amonestaciones de Moisés, especialmente de su urgente invitación a tener presente el pacto y mantener sagradas sus obligaciones.

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