Mía es la venganza y la recompensa; su pie resbalará a su debido tiempo, en ese momento, cuando el pie comience a ser incierto, cuando su caída sea inminente, entonces Dios se probará a sí mismo como el vengador, el recompensador, luego los secretos con respecto a su castigo, que Él había mantenido oculto, sería revelado. Porque el día de su calamidad está cerca, y lo que les ha de sobrevenir se apresura; entonces el juicio, la venganza de Dios, golpearía a Israel, llevándolos al borde de la destrucción.

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