Sin embargo, son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido. Esta oración, si se compara con la dada a Éxodo 32:11 , muestra que Moisés aquí anotó la esencia de su súplica intercesora durante esos memorables cuarenta días, cuando varió su petición de vez en cuando, mientras luchaba con el Señor por la gente que amaba. La verdadera oración de intercesión es importuna, pero no voluntaria, y basa sus argumentos en las promesas del Señor, apelando a Su honor y amor.

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