y amargaron su vida con dura servidumbre, en cemento y ladrillo y en todo tipo de servicio en el campo; todo su servicio en el que los hicieron servir fue con rigor. Apesadumbrados por el fracaso de su primer plan, los egipcios agregaron el maltrato y la crueldad a la opresión. Se les impusieron dos nuevas formas de servicio, la fabricación de ladrillos, que incluía tanto la preparación del barro como el secado del ladrillo, y el duro trabajo de campo en el suelo que había que regar.

Así, todo el trabajo que los egipcios realizaron a través de los israelitas se realizó bajo una fuerte presión sobre estos últimos. Hasta el día de hoy, la tribulación y la persecución es la suerte del pueblo de Dios, pero tales cruces solo les traen bendiciones y ganancias.

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