Habla ahora a oídos del pueblo, y que cada uno pida prestado a su vecino, y cada mujer a su vecina, alhajas de plata y de oro. Este era uno de los puntos que el Señor había mencionado ya en el momento del llamado de Moisés. La gente debía exigir a sus vecinos egipcios cubiertos de plata y vasijas de oro, joyas de todo tipo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad