Cuando el faraón escuchó esto, quiso matar a Moisés. Pero Moisés huyó de la presencia de Faraón y habitó en la tierra de Madián. Y se sentó junto a un pozo. La tierra de los madianitas no tenía fronteras definidas, pero se puede decir que se extendía hacia el este desde el golfo Elanítico; sin embargo, se encontraron algunas tribus en la península del Sinaí. Eligió este país para su estadía, levantando su tienda cerca de un pozo, aparentemente la única fuente de agua en una gran distancia. Esta experiencia de Moisés le fue muy útil en años posteriores, porque es la manera en que Dios prepara a los grandes hombres para la obra de su vida.

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