Moisés huyó de Faraón; Dios ordenó esto con fines prudentes. Las cosas aún no estaban maduras para la liberación de Israel. La medida de la iniquidad de Egipto aún no estaba completa; los hebreos no fueron lo suficientemente humillados, ni aumentaron aún a tal multitud como Dios diseñó: Moisés debe estar más preparado para el servicio, y por lo tanto, se le indica que se retire por el momento, hasta el momento de favorecer a Israel, incluso a los tiempo, ven.

Dios guió a Moisés a Madián, porque los madianitas eran de la simiente de Abraham y retuvieron la adoración del Dios verdadero; para que pudiera tener no sólo un lugar seguro, sino un lugar cómodo entre ellos; ya través de este país él iba a conducir después a Israel, que, para hacerlo mejor, ahora tenía la oportunidad de familiarizarse con él. Vino aquí y se sentó junto a un pozo; cansado y pensativo, esperando ver en qué dirección lo dirigiría la Providencia. Fue un gran cambio para él, ya que el otro día estaba a gusto en la corte del faraón.

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