Y pondrás sobre la mesa los panes de la proposición delante de mí siempre, el pan de la faz del Señor, doce tortas de flor de harina, dispuestas en dos montones de seis cada uno. Estos vasos y sacrificios debían recordarle a Israel los frutos de las buenas obras que todos los creyentes debían obrar siempre. El pueblo del pacto del Nuevo Testamento también ofrecerá los sacrificios de corazón, labios y manos como olor grato al Señor.

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