así se lavarán las manos y los pies, para que no mueran; y será estatuto perpetuo para ellos, para él (Aarón) y para su descendencia por sus generaciones. La descripción indica que la palangana era un depósito de agua en lugar de una palangana en la que los sacerdotes realizaban sus abluciones. Ningún sacerdote debía tocar cosas santas con manos inmundas y contaminadas. Todo esto simboliza la purificación interior efectuada por el Señor, así como los cristianos tenemos una fuente inagotable que nos limpia de todo pecado e impureza, la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios.

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