Y sucedió, tan pronto como se acercó al campamento, de modo que pudo distinguir las cosas claramente, que vio el becerro y la danza, porque la celebración desenfrenada estaba ahora en su apogeo; y la ira de Moisés se encendió, y arrojó las tablas de sus manos, y las partió debajo del monte, a sus pies, donde se fundía con la llanura. Su acción simbolizó el hecho de que Israel había roto el pacto del Señor.

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