y los ungirás, como ungiste a su padre, para que me sirvan en el oficio de sacerdote; porque su unción ciertamente será un sacerdocio eterno por sus generaciones. El sacerdocio era hereditario entre los hijos de Aarón, pero su consagración no se llevó a cabo hasta que se dieron las ordenanzas especiales de los sacrificios. Cf Levítico 8.

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