He aquí, mañana a esta hora haré llover un granizo muy grave, como no ha estado en Egipto desde su fundación hasta ahora. Desde el día en que los egipcios se organizaron como nación, no se había experimentado en la tierra un granizo tan fuerte y devastador. Al faraón se le dio sólo veinticuatro horas de tiempo para reflexionar, para salvarse a sí mismo y a su pueblo de la plaga.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad