Y Moisés le dijo: Tan pronto como salga de la ciudad, extenderé mis manos hacia el Señor, en un gesto de ferviente súplica; y cesará el trueno, ni habrá más granizo; para que sepas que la tierra es del Señor, que toda la tierra y todos los poderes de la naturaleza están en Su mano, que Él los controla como le place.

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