Así dice el Señor Dios, el Gobernador soberano del universo: ¡Ay de los profetas necios, que se jactan de una sabiduría que no es más que necedad a los ojos de Dios, que siguen su propio espíritu, la imaginación de sus propios corazones, y tienen no he visto nada! No tienen ninguna visión que Dios les haya dado, enseñándoles sólo lo que ellos mismos han pensado.

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