Vivo yo, dice el Señor Dios, con el juramento más solemne que pudiera hacer, Sodoma, tu hermana, no ha hecho, ni ella ni sus hijas, ninguna de las ciudades más pequeñas que pertenecen a su ciudad-estado, como tú lo has hecho, tú y tus hijas, la culpa de las ciudades paganas es menor que la de Jerusalén.

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