Y busqué entre ellos a un hombre que arreglara el seto, levantara un muro contra estos diversos actos de maldad, y se pusiera en la brecha delante de mí por la tierra, para cerrar la brecha e interceder por Judá, que yo no debería destruirlo; pero no encontré ninguno, la degeneración moral fue tal que dejó incluso a unos pocos justos sin el poder de hacer nada.

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