Por tanto, derramé sobre ellos mi indignación, como se explicó anteriormente; Los consumí con el fuego de mi ira, fundiéndolos en el horno de su castigo; Su propio camino he recompensado sobre sus cabezas, dice el Señor Dios, castigándolos de acuerdo exactamente con sus malas acciones. Es este hecho, que ellos mismos han traído el mal destino sobre ellos, que causará a muchos malvados el mayor tormento en el último gran castigo.

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