Te has hecho culpable por tu sangre que derramaste, que puso el sello de homicidio en toda la ciudad, y te contaminaste en tus ídolos que hiciste, el uno brotando del otro, la contaminación de la abominación. ; y tú, por tales transgresiones, has hecho que tus días se acerquen , el tiempo en que la sentencia sería ejecutada sobre ella, y has llegado incluso a tus años, siendo la medida de su culpa completa; por tanto, te he puesto por oprobio a las naciones y por burla a todos los países, a saber, por la destrucción de Jerusalén y la cautividad de Judá.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad