A causa de la abundancia de sus caballos, su polvo te cubrirá, un cuadro fuerte para enfatizar la inmensa masa de caballos en el ejército invasor; Tus muros temblarán ante el estruendo de los jinetes, mientras avanzan, galopando al ataque, y de las ruedas y de los carros, cuando él entre por tus puertas, después de un ataque victorioso, como los hombres entran en una ciudad donde está hizo una brecha, que ya no puede resistir en el asedio.

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