Hijo de hombre, habla a Faraón, rey de Egipto, enviándole el mensaje aquí transmitido al profeta del Señor de los tiempos, y a su multitud, el pueblo de Egipto con todas sus riquezas, porque el país rebosaba de prosperidad: ¿De quién eres tú? como en tu grandeza? El Señor se prepara intencionalmente para hacer una comparación completa y detallada, a fin de sacar la lección que deseaba transmitir.

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