Sin embargo, si adviertes al impío de su camino que se aparte de él, no persista en su iniquidad; si no se aparta de su camino , negándose a prestar atención a la amonestación y amonestación, morirá en su iniquidad, pero tú has entregado tu alma, de modo que no se le pueda reprochar la calamidad que había sobrevenido al impío. Cf. Ezequiel 3: 17-19.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad