y pondré mi Espíritu en ustedes, aliento de vida con el poder del Espíritu Santo, y vivirán, y los colocaré en su propia tierra, estableciéndolos una vez más como Su pueblo; entonces sabréis que yo, el Señor, lo he hablado, he prometido hacerlo y lo he cumplido, dice el Señor. Si bien este pasaje no es un texto de prueba directo que enseñe la resurrección de los muertos, proporciona una imagen muy vívida del método en el que Dios llamará a todos los hombres a la vida en el Día Postrero.

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