Y defenderé contra él con pestilencia, el segundo gran azote de la guerra, y con sangre, la descripción en este versículo recuerda a las plagas de Egipto; y lloveré sobre él y sobre sus bandas y sobre la multitud que está con él, una lluvia desbordante, como con un fuerte aguacero, que barre todo lo que tiene delante, y grandes piedras de granizo, fuego y azufre, como en la destrucción de Sodoma. y Gomorra.

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