En la tierra será su posesión en Israel, o "le será tierra por posesión en Israel"; y mis príncipes no oprimirán más a mi pueblo, como había sucedido con muchos de los gobernantes anteriores; y el resto de la tierra lo darán a la casa de Israel de acuerdo con sus tribus, asignando las diversas partes como se describe en el capítulo 47. El contexto una vez más indica claramente que se refiere a un país y una nación ideales, que no podemos entender sino de el Israel espiritual, de la Iglesia de Dios.

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