Y sabrán que yo soy el Señor, habiendo sido llevados a esta comprensión por las lecciones de una amarga experiencia, y que no he dicho en vano, con una amenaza vacía, que les haría este mal. Como antes no escuchaban, se verían obligados a prestar atención cuando la prueba de la fidelidad del Señor en guardar Su palabra los hiciera entrar en razón.

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