Entonces sabréis que yo soy el Señor, cuando sus hombres muertos estén entre sus ídolos alrededor de sus altares, sobre todo collado alto, en todas las cimas de los montes, donde habitualmente se erigían santuarios idólatras para los poderes celestiales, y debajo de cada árbol verde, y debajo de cada roble tupido, el terebinth-oak de Palestina, que se encuentra ya sea en arboledas o árboles individuales en los canales de arroyos y barrancos, el lugar donde ofrecieron un sabor dulce a todos sus ídolos, a saber, en sacrificando incienso a Baal y Astarté.

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