Y él dijo: Señor Dios, ¿en qué conoceré que la heredaré? No se trataba de una cuestión de duda, sino de un deseo de cierta seguridad en el caso de esta promesa que trascendía todo entendimiento humano. Estaba pidiendo una señal de pacto.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad