Y el Señor se fue tan pronto como dejó de hablar con Abraham; y Abraham volvió a su lugar. El Señor había escuchado con paciencia y alegría la intercesión de Abraham, y fue por él que dispuso la huida de Lot. Pero en lo que respecta a las ciudades, la medida de sus pecados estaba completa, su castigo estaba destinado a llegar. Y entonces el Señor hizo arreglos para llevar a cabo Su intención, mientras Abraham regresaba a su casa cerca de Hebrón.

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