Y habló a Efrón en audiencia de la gente de la tierra, diciendo: Pero si me lo das, te ruego que me escuches: te daré dinero por el campo; tómalo, y allí enterraré a mis muertos. Las palabras de Abraham en este punto indican cierta agitación y una sombra de impaciencia: Pero si tú ... ¡Oh, que me escucharas! Como había indicado desde el principio, no quería la cueva como regalo, sino que había venido dispuesto a pagarla.

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