sino que irás a mi tierra ya mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. Abraham exigió un juramento solemne de Eliezer, a fin de que esta misión tan importante se llevara a cabo, incluso si él mismo muriera pronto. Por Jehová, el Dios del cielo y de la tierra, hizo jurar a su siervo, porque éste no era un matrimonio ordinario que se contemplaba, sino un asunto de la mayor importancia para el reino de Dios, ya que Isaac era el heredero de la promesa divina.

Por eso también una mujer pagana de entre las hijas de los cananeos no habría sido aceptable, así como hoy el matrimonio de un cristiano con un enemigo de Cristo es siempre desaconsejable, por decir lo mínimo.

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