Y Rebeca y sus doncellas se levantaron, y montaron en camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca y se fue. Así se produjo la partida de Eliezer con Rebeca, y Rebeca se llevó no solo a su anciana nodriza, Débora, Génesis 35:8 , sino también a otras esclavas, sus asistentes.

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