Y fueron los días de Isaac ciento ochenta años.

E Isaac amaba a Esaú porque sí comía de su venado, literalmente, caza, el resultado de la persecución, estaba en su boca, era muy aficionado a su sabor salvaje; pero Rebeca amaba a Jacob , en parte porque recordaba la promesa del Señor, en parte por su amor por la vida tranquila del hogar.

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