Y edificó allí un altar, e invocó el nombre del Señor, y plantó allí su tienda; y allí los sirvientes de Isaac cavaron un pozo. Isaac aquí siguió la costumbre de su padre Abrahán de construir un altar y proclamar el nombre de Jehová, al establecer la adoración del Dios verdadero, no solo para su propia casa, sino también para todos los que tenía contacto. Cada vez que los creyentes experimentan la bendición, la protección y la ayuda del Señor, se vuelven a Él con mayor celo y amor y alaban Su santo nombre.

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