Y Dina, la hija de Lea, que había dado a luz a Jacob, salió a ver a las hijas de la tierra. Probablemente Dina había nacido en el decimocuarto año del servicio de Jacob en Mesopotamia. Ella era, como Simeón y Leví, quienes son tan prominentes en esta historia, una hija de Jacob y Lea. Habían transcurrido unos diez años desde que la familia había llegado, primero a Sucot y luego a Siquem, y Dina era una mujer joven, las niñas de Oriente alcanzaban la madurez a una edad temprana. Insatisfecha, tal vez, con la supuesta restricción de su libertad personal en la casa de su padre, Dinah salió a conocer a las muchachas cananeas y a visitarlas.

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