Y ellos dijeron: ¿Tratará a nuestra hermana como a una ramera? Al tratar de disculparse, los hijos de Jacob dieron a entender que los hombres generalmente habrían tratado a su hermana como lo había hecho Siquem, y que sentían que era su deber vengar el mal. Pero pasaron por alto su oferta de expiación por su crimen y su propia terrible culpa. El hecho de que otros hombres nos hagan mal nunca puede justificar nuestro mal a cambio.

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