Y las siete espigas delgadas devoraron a las siete hileras y llenas. Y se despertó Faraón, y he aquí, era un sueño. La imagen había sido tan vívida en su mente que el faraón se sorprendió al encontrarla como un mero sueño. Sin embargo, sintió que por medio de estos sueños se le estaban llamando la atención hechos de importancia inusual.

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