Cuando terminó ese año, vinieron a él el segundo año, es decir, el segundo año después de haber gastado su último dinero en comida, y le dijeron: No ocultaremos a mi señor cómo se gasta nuestro dinero; también mi señor tiene nuestros rebaños de ganado; no quedaba nada a la vista de mi señor más que nuestros cuerpos y nuestras tierras, habían sido despojados de todos sus bienes muebles, habían renunciado a todos sus bienes personales.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad