Y cuando José vio que su padre ponía su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le disgustó, porque la imposición de manos era un símbolo de la transferencia de dones espirituales, y la mano derecha representaba la mayor parte de estas bendiciones; y levantó la mano de su padre, la tomó suavemente y la sostuvo, para sacarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés, pensando que su padre había cometido un error sin ser consciente de ello.

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