Pero en cuanto a ti, pensaste mal contra mí; pero Dios lo encaminó para bien, para llevar a cabo, como en este día, para salvar a mucha gente con vida. El Señor no solo había frustrado sus malas intenciones, sino que las había transformado en lo mejor, como claramente vieron ante sus ojos, que sus propias vidas se salvaron como consecuencia de la providencia del Señor.

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