Esperabas mucho, esperando cosechas aún mayores y la correspondiente prosperidad, y he aquí que llegó a poco; y cuando lo trajiste a casa, creyendo que al menos lo poco que habían conseguido estaba a salvo, soplé sobre él, disipándolo y esparciendo así. ¿Por qué? dice el Señor de los ejércitos. Él mismo se compromete a explicar esta condición a la gente para explicársela de manera más impresionante. A causa de Mi casa que está desolada , aún sin terminar y desolada, y cada uno corre a su propia casa, con un egoísmo vil, que sólo consideraba sus propios intereses.

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