Sus hijos también serán hechos pedazos ante sus ojos, sus padres serán testigos de su asesinato; sus casas serán saqueadas, todo saqueado y sus mujeres violadas, porque la guerra siempre brutaliza a los hombres, colocándolos en muchos casos por debajo del nivel de las bestias. Habiendo sido descrito el castigo en general, el profeta procede ahora a mencionar detalles.

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