Esto también proviene del Señor de los ejércitos, que es maravilloso en consejo y excelente en obra, es decir, esta parábola enseña la sabiduría de Dios en el plano superior, la manera en que Él trata con Su cosecha en la tierra. El Señor castiga, pero solo para bendecir; Trilla, pero no con golpes aplastantes, no con el propósito de destruir. Su objetivo al enviar la tribulación es separar la paja moral del trigo y obtener la plenitud de la cosecha.

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