y tus oídos oirán detrás de ti una palabra, la voz guiadora de Dios, a través de sus siervos, que diga: Este es el camino; andad por él, siendo ésta una palabra de advertencia, cuando os volváis a la diestra y cuando vuélvete a la izquierda, manteniéndolos así en las sendas de la justicia.

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