Y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: Este día es un día de angustia, de gran aflicción y de reprensión, reconociendo el rey aquí una reprensión del Señor a causa de los pecados de su pueblo y de la blasfemia, a saber: de las blasfemas del Rabsaces; porque los hijos han llegado al nacimiento, y no hay fuerza para parir, siendo el trabajo de la madre inadecuado para completar el parto, siendo la referencia a la situación de la nación, que estaba amenazada de destrucción por su propia debilidad.

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