Pero este es un pueblo despojado y saqueado, Israel, a pesar de todos los esfuerzos del Señor, yaciendo en el suelo indefenso; todos están atrapados en agujeros y escondidos en cárceles, los mismos que fueron llamados a la libertad de los hijos de Dios; son por presa, y nadie libra; por despojo, y nadie dice: Restaura. La misma gente que, como amigo y mensajero de Jehová, debería disfrutar de la libertad más perfecta, está siendo retenida en el cautiverio más vergonzoso. Esta condición antinatural seguramente debería abrirles los ojos.

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