Ensancha el lugar de tu tienda, para dar cabida al mayor número de hijos espirituales, y deja que ellos, los sirvientes, extiendan las cortinas de tus habitaciones, las diversas secciones que componen la gran tienda de los ricos; no escatimes, no te detengas; alarga tus cuerdas, para acomodar el área ampliada de la tienda, y fortalece tus estacas, sustituyendo las que se han usado hasta ahora por alfileres más fuertes;

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