Buscamos a tientas la pared como ciegos, y como si no tuviéramos ojos, buscamos una salida al calabozo de la miseria; tropezamos al mediodía como de noche, aumentando su miseria y dolor en su infructuoso anhelo de luz; estamos en lugares desolados como muertos, como muertos en medio de hombres sanos y fuertes. Mientras que los verdaderos creyentes disfrutan de la vida en comunión con Jehová, los hipócritas y los inicuos van camino de la destrucción eterna.

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