Sus pies, como instrumentos del pecado, corren hacia el mal, hacia hechos que resultan en daño, y se apresuran a derramar sangre inocente, siendo el crimen de asesinato la principal maldad en la que se deleitan; sus pensamientos son pensamientos de iniquidad, buscando el mal como su objeto, haciéndolo su propósito; destrucción y destrucción hay en sus sendas, como resultado de su malvado consejo.

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