y lo puso sobre mi boca, hizo que el carbón encendido entrara en contacto con los labios del profeta, y dijo: He aquí, esto ha tocado tus labios; y tu iniquidad es quitada, y tu pecado purificado, expiado. El acto del ángel evidentemente tenía un significado simbólico, en primer lugar con referencia a la expiación hecha en y por la persona de Jesucristo, la obra de redención realizada de acuerdo con el consejo del Dios Trino. Sin embargo, el profeta, hombre pecador como era, no solo está seguro de la gracia de Dios, sino que el Señor también le imparte una fuerza especial y lo capacita para ser el instrumento de Su inspiración.

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